
Las mejores máquinas para limpiar alfombras
Por Dolores Domingo
Las mochilas y los bolsos pueden ensuciarse o mancharse con el paso del tiempo, tanto si se cargan con material escolar, como con equipación de senderismo, o si las utilizas a diario.
Recomendamos hacer una limpieza a fondo una o dos veces al año, deberás limpiar las manchas, lavar con cuidado según las instrucciones de la etiqueta de cuidado y secar al aire libre. Sigue leyendo para conocer las instrucciones paso a paso sobre cómo lavar una mochila a mano o a máquina.
El lavado a mano es el método más seguro para limpiar las bolsas o mochilas. Algunas mochilas, especialmente las de senderismo, tienen revestimientos protectores que podrían romperse en la lavadora. Si tu mochila es de cuero, tiene ribetes de cuero o tiene adornos como parches de hierro o bordados, es mejor que la laves a mano.
Lo que necesitarás:
Abre todos los bolsillos y compartimentos y saca todos los objetos, dejando los bolsillos sin cerrar. Sacude la mochila para eliminar la suciedad o las migas y cepilla la suciedad y la acumulación en el exterior. También puedes utilizar un aspirador a lo largo de las costuras interiores y exteriores. Retira los marcos metálicos y las correas y cinturones de cadera que sean desmontables.
Las etiquetas de cuidados suelen estar en el interior de la mochila. Sigue las instrucciones de limpieza. Si no hay una etiqueta, asegúrate de probar primero el tejido en un lugar menos visible con aproximadamente media cucharadita de detergente para evitar que se decolore o se dañe.
Con una cucharadita de detergente mezclada con agua tibia y un cepillo de cerdas suaves o una esponja, limpia suavemente las manchas visibles.
Llena un fregadero, un barreño grande o una bañera con agua tibia y una cucharada de detergente suave. Si la mochila se puede sumergir (comprueba la etiqueta de cuidados), colócala directamente en el agua. Frota tanto el interior como el exterior de la mochila con una esponja o paño. Utiliza un cepillo de dientes viejo para frotar las cremalleras y eliminar cualquier acumulación.
Si has sumergido la mochila, escurre el agua jabonosa y cámbiala por agua limpia y fría para aclararla bien. Si sólo has utilizado una esponja o un paño sin sumergirla, empapa la esponja en agua limpia y repasa la mochila para eliminar los restos de detergente. Utiliza una toalla vieja para eliminar suavemente el exceso de humedad y cuelga la mochila para que se seque al aire. Nunca metas una mochila en la secadora, ya que el calor puede dañar el tejido y los accesorios, como los tiradores de las cremalleras.
Consejo de mantenimiento: Si piensas aplicar acabados protectores como sprays impermeabilizantes, asegúrate de esperar a que la mochila esté completamente seca.
Las mochilas escolares y las mochilas de nylon o lona se pueden lavar en la lavadora, pero asegúrate de comprobar primero la etiqueta de cuidados.
Lo que necesitarás:
Te puede interesar: Cómo elegir los ajustes y ciclos de la lavadora y secadora
Abre todos los bolsillos y compartimentos y saca todos los objetos, dejando los bolsillos sin cerrar. Sacude la mochila para eliminar la suciedad o las migas y cepilla la suciedad y la acumulación en el exterior. También puedes utilizar un aspirador a lo largo de las costuras interiores y exteriores. Retira los marcos metálicos y las correas y cinturones de cadera desmontables.
Las etiquetas de cuidados suelen estar en el interior de la mochila. Sigue las instrucciones de limpieza. Si no hay una etiqueta, asegúrate de probar primero el tejido en un lugar menos visible con aproximadamente media cucharadita de detergente para evitar que se decolore o se dañe.
Con una cucharadita de detergente mezclada con agua tibia y un cepillo de cerdas suaves o una esponja, limpia suavemente las manchas visibles.
Corta los hilos sueltos alrededor de las cremalleras. Coloca la mochila dentro de una funda de almohada o una bolsa de lavandería para evitar que las correas o las cremalleras se enreden o queden atrapadas dentro de la lavadora. Añade una pequeña cantidad de detergente suave (rellena hasta la primera línea del tapón del detergente) y pon un ciclo suave.
Una vez finalizado el ciclo de lavado, utiliza una toalla vieja para eliminar suavemente el exceso de humedad y cuelga la bolsa para que se seque al aire. Nunca metas una mochila en la secadora, ya que el calor puede dañar el tejido y los accesorios, como los tiradores de las cremalleras.
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo
Por Dolores Domingo