Los mejores vinos de Cataluña

Aunque los cavas sean los más conocidos vinos catalanes, la cosa no queda ahí. La tradicional opulencia de la cocina catalana se completa con una amplia gama de tintos, blancos y rosados que hace honor a sus diversos platos.

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Alella (DO)

Blancos: Viñedo 1.300 hectáreas, situado en ambas vertientes de un macizo montañoso, que se extiende por debajo de los 120 metros. La cara sur, arenosa y expuesta al mar, produce unos vinos más azucarados que la vertiente noroeste, arcillosa y con bastante cal.

Son vinos en general ligeros y equilibrados, de color pálido y de singular afrutado, llamados ‘marfil’. Su aroma es suave y penetrante, proveniente de las variedades malvasía, picapol, Pansá blanca y roja.

Penedés (DO)

Cuenta con una excelente cepa para los blancos: parellada. Precisamente son los blancos los que han dotado de prestigio a esta denominación. Refuerzan los vinos las cepas xarel-lo y macabeo.

Espumosos: Los espumosos de cava del Penedés, llamados artificialmente ‘champán’, poseen unas características propias de ligereza y aroma. Si bien los espumosos del Penedés logran una gran calidad en el bouquet, no siempre evitan el exceso de acidez.

Blancos: Vinos nerviosos, afrutados, necesitan de una esmerada elaboración para encontrar el equilibrio. En estos casos, el mar, el sol y la tierra se funden en el vaso.

Ampurdán (DO)

Tintos: Los mejores caldos provienen de la zona norte del Alto Ampurdán, casi lindando con Francia, donde la Tramontana sopla con más fuerza, como para atemperar los lánguidos efectos del Xaloc, viento nacido en África.

Son vinos aromáticos, con musculoso cuerpo. Tienden, generalmente, a ser un tanto ásperos. Su color, característico, responde casi siempre a su vitalidad. Se trata de tintos jóvenes, obtenidos de una sabia combinación de uvas garnacha y cariñena.

Platos de entidad, como un ‘bacallà a la llauna’ o un conejo con caracoles, sin duda casarán a la perfección con un tinto del Priorato, aunque ya se sabe que en esto no hay dogmas. ¿Por qué no un blanco ligero del Penedés para abrir boca?

Priorato (DO)

Tintos: El viñedo se extiende, sobre pizarra, en las faldas de la sierra de Montsant, situada al noroeste de Tarragona. El vino del Priorato se distingue por su particular cepaje, uva garnacha tinta y Cariñena al 50 por 100. Son vinos fuertes y recios, cálidos y en general francos de paladar. Su color, de un rojo intenso y oscuro, da la medida de su aroma, potente y nervioso, pero sin agresividad.

Tarragona (DO)

Tintos: Los viñedos de esta zona, que producen vinos dulces pero todavía muy robustos, son minoría. Pese a su graduación bastante elevada, estos caldos, bien elaborados, logran un notable equilibro entre su cuerpo y su bouquet, su gusto y su aroma.

Los blancos, más abundantes y famosos, resultan muy secos. Los jóvenes y frescos resultan sumamente agradables.

Conca de Barberá (DO provisional)

Rosados: A caballo entre los pagos de Lleida y de Tarragona, este pequeño viñedo produce principalmente rosados, ‘piel de cebolla’, de poca graduación pero muy afrutados. Su aroma es agradable y ligero.

Los blancos de la zona figuran entre los mejores del país. Procedentes de cepa parellada, son bastante finos y ligeros.

Gandesa Terra Alta (DO provisional)

Blancos: Este viñedo tarraconense, adosado a las provincias de Zaragoza y Teruel, produce singulares blancos. De color ambarino y alta graduación, son caldos que conjugan con su natural robustez una gran generosidad.

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